Esta gigantesca valla estaba siendo colocada en la avenida Francisco de Miranda a la altura de Los Ruices. No sólo es enorme, además se le añadió una palmera para darle más realidad a la playa. Se puede ver en ella la estatura del instalador, quien recostado cómodamente se disponía a hablar por su teléfono celular. Menos mal que estaban removiendo las vallas que están ubicadas a menos de 50 metros de las vías.
lunes, 27 de agosto de 2007
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