domingo, 8 de julio de 2007

El Ávila








Los habitantes originales de El Ávila fueron los indios Caracas, de la familia Caribe. Una versión muy difundida hasta ahora atribuye el origen del nombre al vocablo indígena Guaraira Ripano que significa Sierra Grande. Sin embargo, recientemente ha surgido la versión según la cual el vocablo correcto es Wariarepano que significa "danta".
La denominación indígena fue cambiada por la de Ávila, durante la conquista española. Esto se debió a que el sector comprendido entre el cerro de Papelón y la Quebrada de Chacaíto, hasta la cumbre "donde se avista el mar", pertenecía en 1575 al Alférez Mayor de Campo Gabriel de Ávila. Este personaje fue uno de los que acompañó a don Diego de Lozada durante la fundación de Caracas. Fue alcalde ordinario de la ciudad en 1573 y compró tierras en las faldas del cerro donde se estableció con su familia, motivo por el que comenzó a llamarse al cerro con el apellido del alférez, convirtiendo al apellido en topónimo, y la voz indígena original en un recuerdo.

El 12 de diciembre de 1958 se le da al cerro Ávila la categoría de Parque Nacional, ampliándose su superficie a 85.192 hectáreas en 1974. "De no ser por las hectáreas del cerro Ávila y las 72 del Parque del Este, la capital pasaría a la lista de las urbes que tienen menos de 10 metros cuadrados de espacios verdes por habitante, como recomienda la Organización Mundial de la Salud"*.
Tiene una longitud de más de 80 Km, y un ancho de 16 Km aproximadamente. Su altura máxima es de 2.765 metros en el Pico Naiquatá, donde se registra también la temperatura más baja del parque (1.5°C) cuyo clima es muy variado, oscilando entre los 27°C al nivel del mar y 22°C en Caracas a 900 metros de altura. El Ávila es sin duda uno de los elementos naturales más importantes que ha permanecido fuerte e intacto a través del tiempo.
*Florantonia Singer, Diario El Nacional 14/07/07


Galipán en El Avila

Hacia el extremo oeste de la Avenida Boyacá o Cota Mil se abre camino en el cerro El Ávila la escarpada ruta que lleva a Galipán, un caserío cuyo origen remonta a un grupo de inmigrantes oriundo de Canarias que durante el siglo XVIII se asentó en las más altas laderas de los caminos que llevaban desde el puerto de La Guaira a la ciudad de Caracas.
El disfrute principal que ofrece Galipán a sus visitantes es, sin duda, comulgar con la naturaleza, deleitarse con la tranquilidad que brinda la montaña, recreándose además con las atracciones que ofrecen los lugareños, paseos a caballo, frutas de la localidad y autóctonas meriendas, cuya popularidad acapara el sandwich de pernil. Más recientemente, los visitantes del lugar pueden complacer el paladar degustando ricas creaciones de la cocina vasca, francesa o venezolana, en exclusivos restaurantes que permiten disfrutar sus platos lejos del ruido y el agitado ritmo caraqueño.


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